Originario de Alepo, en Siria, Youssef llegó a Francia en el otoño de 2014. Médico especialista en ORL desde hace 38 años, decidió abandonar su «bonita ciudad» junto con su mujer, profesora de francés en Alepo, y sus 2 hijos menores para reunirse con su hijo mayor en París, instalado allí desde hace 20 años.
Youssef y su familia han sentido siempre una enorme admiración por Francia, sinónimo de libertad.
Hoy, deben reconstruir toda una vida, y para Youssef «¡la lengua es la vida!». Es una herramienta indispensable para comunicarse con los demás. Instalados en Francia, han sido acogidos por gente encantadora y su parroquia les aporta un apoyo impagable.
Youssef conoció al equipo de l’Œuvre d’Orient gracias a unos amigos. La asociación les ayudó a encontrar un alojamiento y a tomar cursos de francés. Reconoce que ha tenido mucha suerte y agradece esta ayuda.
Desde que llegó al ILCF, la acogida por parte del equipo pedagógico y el seguimiento le resultan muy reconfortantes. Se alegra de venir cada día a estudiar al ILCF, allí se siente a gusto, y todos los cursos le apasionan tanto por su contenido como por la mentalidad abierta de los profesores y los demás estudiantes.
A Youssef le gusta París y la considera la ciudad más bella del mundo, pero es consciente de que para vivir bien en la capital hay que trabajar y ganarse la vida.
Por ello, Youssef trabaja con empeño para adquirir el nivel de francés que necesita y convalidar su título para poder ejercer en Francia.
* En la foto, Youssef ha escrito «paz para nuestra ciudad».
Publié le 26 de julio de 2017–Mis à jour le 26 de julio de 2017